Los Aljibes Árabes (Peña El Taranto) fueron el lugar de encuentro, el pasado 25 de Mayo, donde se realizó la charla-coloquio titulada Toros en Ceuta que fue impartida por el abogado y escritor José Luis Marín Weil, quien fue presentado por el profesor y escritor Miguel Vega Blázquez.

El acto se desarrolló en un agradable ambiente y donde quedaron plasmados los amplios conocimientos del conferenciante sobre la historia de la Tauromaquia Ceutí.

A continuación se reproduce la conferencia íntegra.

Saludo autoridades:

Muy buenas noches a todos.

Es un placer volver a Almería y hacerlo de la mano del Foro Cultural 3 Taurinos 3, porque cada vez que he venido aquí ha sido para ser feliz. La primera, hace casi quince años cuando tuve el privilegio de ganar el segundo premio del certamen de narrativa taurina juvenil. La segunda, cuando gané el primer primero. Esos dos premios los tengo en un lugar preferente de mi despacho de abogados, los veo todos los días, y hace algunos años me brindaron una anécdota graciosísima que no me resisto a compartirla con ustedes.

Estando yo un día en el despacho atendiendo a dos clientes jóvenes por un accidente de moto uno de ellos de pronto se fija en los dos premios, dos diplomas grandes, y le dice al otro : “Mira…DIPLOMA DE HONOR, este sí que ha estudiado…porque eso es más que un diez”…

De aquí tengo la suerte de disfrutar la amistad de muchos amigos. Del Grupo de Abogados Jóvenes de Almería, de las tunas de Almería, de la gente del toro, y no puedo olvidarme a dos personas de aquí a las que tengo mucho aprecio.

La periodista Elvira Carcedo, compañera mía en el Curso de Periodismo Taurino de ABC en Madrid, con quien compartí mucho en aquel año en que viví en Madrid y además vivíamos en el mismo barrio, y también mi amigo Javi López Reche, amistad que le debo precisamente al Foro 3 Taurinos 3, pues él también fue premiado en aquel certamen y desde entonces hemos mantenido esta amistad.

Precisamente, al día siguiente de la Gala de ustedes del año 2007 él me invitó a torear dos becerras en el sitio más insólito donde he podido ponerme delante de una res hasta el momento: en el patio del Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago de Granada, donde estudió mi abuelo, mi padre y mis tíos. Y como de aquello hay imágenes, …hay que mostrarlo porque esto es para contarlo.

Parafraseando al poeta Antonio Machado, comenzaré diciéndoles aquello de…”Mi infancia son recuerdos…de la Plaza de los Reyes de Ceuta, la mañana de un 6 de enero. Dos niños con acento de Jaén juegan al toro con los juguetes de Playmobil que aquella mañana los Reyes Magos le habían traído a la casa de sus abuelos en un segundo piso de la calle Agustina de Aragón…”

Desde que nací, he visto terminar un año y comenzar otro en Ceuta, por Navidad. Con mi familia materna, muy arraigada allí al ser el negocio familiar una empresa centenaria y llevar más de ciento cincuenta años establecida por igual tanto en Ceuta como en Melilla, dándose la circunstancia en mi caso que soy hijo de ceutí y nieto de melillense.

Y aunque yo nací en la capital del Santo Reino, que es Jaén, y en el mar de olivos vivo, me siento orgulloso de mis raíces, de mi origen caballa, y defiendo a una ciudad que siento como propia porque es mucho más que aquella imagen que desde la Península se tiene y se percibe.

Porque en la Península  si yo pregunto ¿Cuántos conocen o han visitado Ceuta? Seguramente muy pocos o prácticamente nadie levantaría la mano. Es probable que alguno hiciera el servicio militar en la ciudad. Si pregunto ¿Qué conocemos de Ceuta? A todos , precisamente lo castrense será lo primero que nos venga a la cabeza: la legión, los regulares, todo lo militar, etc.

Irremediablemente también nos llegará al pensamiento la imagen del drama de la inmigración en sus dos vertientes: queriendo saltar la valla de la frontera del Tarajal…o intentando cruzar el Estrecho para llegar a Europa. También, desgraciadamente, por la lacra que supone el narcotráfico en el Estrecho. Preocupantemente, y cada vez más, por ser un foco peligrosísimo de Yihadismo en España, viendo cómo de forma alarmante se están produciendo muchas detenciones de ceutíes que son captados para la Yihad, en muchos casos mujeres jóvenes. Y en este sentido, en los años pasados, gracias a la serie de Telecinco “El Príncipe”, rodada y basada en el barrio del Príncipe Alfonso de Ceuta…la ciudad ha estado un poco de moda, si bien la imagen que se nos ha trasladado tiene mucho de ficticio y en ella precisamente, los guionistas no escatimaron en fusionar narcotráfico, inmigración y Yihad, todo ello en una peligrosa bomba que distorsiona, como digo, la imagen de la ciudad y no le favorece precisamente mucho.

Ceuta es una ciudad que está más cerca de lo que nos podemos pensar. Una ciudad muy particular por su historia, por su ubicación geográfica y especialmente porque en ella conviven culturas y religiones diversas, haciendo que sea una ciudad verdaderamente llamativa.

Yo quiero hablaros de ella y seguramente a todos inicialmente habrá sorprendido el tema que hoy aquí se va a tratar.

Os voy a hablar de esta ciudad pero haciéndolo de una forma un poco diferente: a través de su historia taurina. Porque efectivamente, Ceuta, como ciudad española que es también ha vivido y ha sentido la Fiesta de los Toros. A ello me refiero en pasado, porque si os paráis a pensar un breve momento los aficionados…si os pregunto ¿Qué sabéis decirme al respecto de los toros en Ceuta? Lo más obvio es que se haga el silencio…

Yo he llegado a ver una corrida de toros allí, siendo muy pequeño pues tan sólo tenía 4 años y curiosamente, guardo muchos recuerdos de aquello hasta el punto que aquel festejo lo tengo como referencia ya que es el primero del que tengo memoria. También a ello ayuda que conserve algunas fotos de la feria de aquel año. A mi corta edad de 4 años, ir a los toros en feria era lo normal…y por eso, aquella vez, en plena feria de Ceuta, a mi me parecía algo normal.

Conforme fui creciendo, fue creciendo en mí la afición y evidentemente me fui haciendo mayor… comencé a darme cuenta que aquello que yo había vivido era una excepción.

Siempre por Navidad, en el anuario que publicaba el periódico “El Faro de Ceuta” aparecían efemérides taurinas locales, y eso me llamaba la atención. Hace varios años que comencé a investigar y rastrear todo aquello que pudiera guardar relación con el tema que hoy abordamos y creedme que no ha sido fácil. En Internet la información es muy escasa – por no decir testimonial- y encima, en muchos casos ni siquiera se ajusta a la realidad. Ni siquiera lo poquito que hay en El Cossío se pueda dar por cierto.

Intentar, para mí, recopilar la historia taurina de Ceuta ha sido casi como encajar las piezas de un puzle, pero incompleto. Gracias a la ayuda, muy valiosa, del Cronista Oficial de la Ciudad que me atendió hace dos  veranos y me brindó su colaboración, esto es posible pues él tuvo en su día el acierto de ir recopilando aquellos datos que se había ido encontrando en otras investigaciones, junto a fotografías que se han podido rescatar. Ni siquiera, y esto es lo más triste, porque realmente sería lo más valioso, se conserva la prensa local de los años 20,30 y 40, que hubiera sido lo ideal para poder darle un mayor sentido a este trabajo.

En resumidas cuentas, del tema taurino…en el Archivo Histórico de Ceuta sólo hay una carpeta y lo que en ella hay son básicamente documentos administrativos.

Origen 

¿Desde cuándo tenemos noticia de actos o festejos taurinos en Ceuta? En torno a 1700 encontramos la primera referencia de un festejo que se celebró con motivo de la reconstrucción, reinauguración y bendición de la Emita de San Antonio y en el que se hace alusión a la lidia de toros. Esto nos hace pensar cómo, efectivamente, lo taurino siempre tuvo un componente de “celebración” y siempre ha tenido vinculación lo taurino con lo religioso.

Tras esta primera pista damos un salto hasta finales del Siglo XIX donde nos vamos a encontrar la primera sorpresa: se corrían toros por las calles. Estamos hablando del año 1874 y ya esto se anunciaba. Concretamente se anunciaba que se iban a correr “dos toros gayumbos”, y parece ser que serían toros ensogados tal y como los conocemos actualmente. Con este mismo nombre se celebra actualmente una fiesta en Ubrique en septiembre, pero allí la suelta de los toros se celebra sin cuerda –o ensogados, como decimos en Jaén.

El ganado se desembarcaba en la Playa de Benítez y lo llevaban a una finca que se llamaba “Ceuta la Vieja” y que era propiedad de unos señores que tenían los contratos de suministro de carne. Cuanto eran trasladados al matadero, la gente aprovechaba para correrlos por las calles, con lo cual estamos hablando prácticamente de un encierro tal y cómo hoy día lo conocemos.

Un encierro, quizás a modo circunstancial. Pero también se corrían toros con motivo de la festividad de la Virgen de África, que es la patrona. También en ocasiones algún vecino a título particular regalaba una res para que se corriera. En todos los casos se trata de cosas puntuales y cómo es de suponer, este ganado sería de carne, no bravo.

Esto se mantiene en el tiempo hasta la segunda década del Siglo XX y lógicamente, habiendo toros de por medio, o mejor dicho “cuernos”…sustos, percances e incluso tragedias no faltaban y evidentemente ocurrió. Un toro mató a un niño que era hijo de un empleado municipal y en el pleno se acordó suspender los encierros.

Del toreo a pie, para conocer los primeros festejos nos tenemos que ir hasta los años 80 del Siglo XIX, siendo festejos donde quienes intervienen son aficionados. Nunca profesionales. Y en muchos casos militares.

Esto tiene un significado. La implantación de la fiesta taurina en Ceuta, poco a poco, se debe al anhelo, la añoranza, de gente de Algeciras que vive en Ceuta y echa de menos su afición y los festejos que por esa comarca se celebraban. Entonces esto fue lo que hizo que tratasen por todos los medios posibles de traer, adaptar, e implantar la fiesta de los toros en Ceuta. Para ello intentan montar varias plazas de toros o adaptar a las circunstancias espacios de la ciudad, caso de la Plaza que había en el callejón de la Botica, que al tener forma cuadrada, proporcionaba al menos la posibilidad de dar toros allí de alguna forma más o menos controlada. Era un corralón…

Así, puede decirse, llegó el toreo a Ceuta. Ahora nos llevamos otra sorpresa: la primera fotografía que encontramos de toreo como tal…es en un Parque de Artillería. La foto tiene muchos detalles que merece la pena detenerse a observar: la plaza, es de carros y vemos como hay gente dentro de los carros, gente enganchada a los carros y hasta debajo de los carros. No vemos ningún burladero. Vemos una res (macho o hembra…) y alrededor de ella un grupo de gente.

Podemos distinguir por la ropa que efectivamente se trata de militares y al menos tres capotes y una muleta. Sin duda esta imagen al menos a mí me recuerda a la película “La Vaquilla” de Luis García Berlanga.

A partir del año 18 ya si empieza a tener Ceuta una plaza de toros estable y por tanto una continuidad taurina, con la Plaza del Llano de las Damas y en la que ya sí empiezan a venir a Ceuta toreros con cierto nombre. Hablamos de una plaza de madera, rudimentaria, yo diría incluso que hasta precaria y en plazas así toreaban los toreros de la época. Rafael “El Gallo”, el vasco “Fortuna” (el que mató el toro en la Gran Vía de Madrid), fueron dos de ellos por citar algunos ejemplos, pero casi siempre o eran novilleros que estaban empezando o incluso aficionados locales, pues sin ir más lejos uno de los festejos que se da en esta época es una becerrada de la “Asociación de dependientes de comercio”, algo que por otra parte era muy típico en aquella época en muchas plazas de toros.

De esta plaza pasamos a la Plaza de Toros de Hadú, también llamada “Plaza de San José” o “Coso Blanco” de la que tenemos documentación desde el año 28,en que se construyó, hasta el año 56 y que se podría considerar como la verdadera Plaza de Toros de Ceuta ya que fue la que más perduró y donde se celebraron los mejores carteles, las ferias más importantes taurinamente y donde si que llegaron a torear bastantes figuras del toreo. Lo curioso sobre el caso es que sobre un mismo emplazamiento llegó a haber varias plazas de toros, que por circunstancias, eran desmontadas o derribadas, pero siempre, se daban toros en el mismo sitio.

A la hora de abordar este trabajo, y tener acceso a la referida carpeta, me llamaron la atención muchas cosas y al mismo tiempo me surgieron muchas preguntas.

Pude observar el empeño y la voluntad de la corporación municipal de entonces por tener una plaza de toros propia, en las mejores condiciones. Velar siempre por los espectadores y especialmente tratar de organizar festejos taurinos con motivo de sus fiestas para dar el mayor realce a las mismas.

Por citar algún ejemplo, la Plaza de Toros tenía una propietario privado hacia el año 1936. La plaza comenzó a presentar deficiencias y así lo reflejó el arquitecto técnico municipal en su informe. De aquel año, encontré documentos del Ayuntamiento donde se habla y se insiste que no se debe quedar la ciudad sin festejos y que se puede recabar fondos a través de rifas y loterías, o incluso un suplemento en las entradas para hacerse cargo de las obras de reparación y de esta forma además se daría empleo a los trabajadores en paro.

Las plazas solían montarse y desmontarse un año tras otro.

La plaza que perduró en el tiempo, porque llegó a tener una estructura más consolidada fue aprovechada para realojar a familias que tras unas inundaciones en los años 50, de las barracas donde vivían perdieron sus viviendas. La plaza se convirtió en un improvisado campamento, aquello se prolongó en el tiempo y el uso taurino de aquella plaza acabó perdiéndose.

Podemos ver como la portada de la plaza de toros, lo que sería la puerta grande, se conservó mínimamente hasta que ya acabó siendo derruida. Y así, donde Ceuta tuvo su plaza de toros hoy día hay un centro comercial cuyo nombre no es casualidad.

Toreros de Ceuta 

-Antonio Albano.

Es el único que aparece en el Cossío. Un torero de los tiempos de Pedro Romero cuya única referencia que tengo es que actuaba como medio espada, según una referencia que encontré en la revista Kachete. De este torero ni siquiera tienen conocimiento en la ciudad.

-Andrés Belmonte

 Sólo referencia por un cartel.

-Salomón Hachuel “El Momi”

 Torero hebreo. Llegó a torear también en Marruecos y quizás sea el único caso de un torero así en la historia.

-Luis Fort

 Fue un personaje muy querido en la ciudad ya que fue concejal del Ayuntamiento durante bastante tiempo y uno de los promotores precisamente de que siempre hubiera festejos taurinos en las fiestas de la ciudad en los años 80. Se le concedió el escudo de oro de la ciudad.

Morenito de Ceuta

-Larita abuelo

– Larita padre

-Larita hijo

Ha sido el último ceutí en vestir de luces hasta la fecha. Fue alumno de la Escuela Taurina de Algeciras y llegó a torear varias veces por la Península y en algunas ocasiones a finales de los 90 en Ceuta, en una portátil. 

-Jesús Piris (rejoneador)

Un caso curiosísimo. Este señor ha fallecido hace dos años. Era jinete de alta escuela especialmente, pero fue rejoneador sin mucha relevancia. He encontrado algunas actuaciones suyas a mediados de los 90. Llegó a torear en La Maestranza con motivo de la Ópera Carmen de Salvador Távora y su nombre aparece curiosamente en un cartel en la película “Suspiros de España” e incluso aparece haciendo el paseíllo en la Plaza de Toros de Cartaxo (Portugal) en la escena final cuando Juan Echanove y Juan Luis Galiardo actúan como Forçados. 

-Paco Herrera. Matador de toros.

Nació en Ceuta en 1940. Se le considera gaditano. Fue pareja muchas tardes con El Viti, llegando a salir a hombros en Las Ventas. Tomó la alternativa en Barcelona. Fue alcalde del municipio de Casares por el G-I-L. 

Curiosidades

–  Manuel Bailón. “El Africano”. Inventor de la muleta. Estuvo preso en Ceuta

–  Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma”. Figurón del toreo. Fundador de una dinastía entera. El torero que más toreó en Ceuta. Amigo de Heminwgay. En Ronda tiene un monumento. 

–  Florentino Ballesteros hijo. Este año se cumple el centenario del padre en Zaragoza. Vivió en Ceuta un par de años. Regresó a Aragón para ser torero. Llegó a tomar la alternativa y se fue a vivir a Venezuela. 

–  Rafael Ortega. Figura del toreo. Nació en San Fernando. En Ceuta hizo el servicio militar y llegó a montar una pequeña placita en el cuartel. Toreaba y mataba las reses que servían de alimento para la tropa, eso le hizo desarrollar destreza en el último tercio.Toreó por primera vez en Ceuta, con compañeros de mili., Posteriormente debutó con picadores en Ceuta precisamente. Fue un gran estoqueador, gran intérprete del volapié. Dirigió la Escuela Taurina de Cádiz de la que salieron Jesulín y Juan José Padilla.

 

–          Club Taurino y demás peñas (Peña dedicada a Miguelín, Peña dedicada a Carlos Corbacho, Peña Palmas y pitos)

–          El toro de Osborne en el Hacho

–          Último intento de dar festejos taurinos

–          Blog a favor

–          Capote de paseo de Finito de Córdoba y de Gitallino de Triana

–          Traje de Reina Rincón donado por Curro Martínez para la Hermandad de la Amargura  

 

 A modo de reflexión 

¿Volverán los toros a Ceuta? No es imposible, pero a día de hoy si lo encuentro algo impensable.

La inactividad tan prolongada en el tiempo ha hecho que la afición, activa, se haya extinguido. Me resulta imposible encontrar las revistas de toros cuando voy en Navidad. Es totalmente imposible. Encontrar algún bar que ofrezca el Canal Plus Toros, igual. Dar con un libro taurino en alguna de las poquitas librerías que hay…exactamente lo mismo.

Lo taurino en la ciudad sólo se manifiesta en algunos poquitos bares, que más por estética que por verdadera afición, cuentan con decoración taurina. En ese sentido estas pasadas navidades me encontré en un mesón dos cabezas de toros…verdaderamente horrendas. En “La Dehesa”, con algunas fotografías sacadas de internet y un traje de luces.

Les puedo asegurar sin temor a equivocarme que varios de los diez primeros toreros del escalafón podrían pasear por la Calle Real de Ceuta sin que nadie los reconozca y eso entre otras cosas nos debe hacer reflexionar sobre lo destaurinizada que está la sociedad de nuestros días.

Ceuta es una ciudad muy especial. Conviven cuatro religiones que a su vez son cuatro culturas: cristianos, musulmanes, judíos e hindúes. En la ciudad el dinero público se mira con lupa, porque en poco espacio geográfico conviven formas de ser y pensar muy diferentes, por ello cualquier intento de celebrar un festejo taurino puede levantar una polvareda enorme no ya por toda la gente que de por sí está en contra de los toros, sino porque se puede entender como una forma de satisfacer o contentar a una parte de la población frente a otra. Y eso, teniendo en cuenta que es la ciudad de España con mayor tasa de paro hace muy difícil que se pueda dar un espectáculo taurino con apoyo institucional.

Por otra parte la población musulmana no para de crecer y su influencia en la ciudad es muy grande, pues no en vano uno de los partidos políticos independientes que hay lo lidera un musulmán y precisamente ese partido tiene allí más fuerza que el PSOE. Y si llegado el caso eso sucediera no estaría mal recordarles que ha habido y hay musulmanes que se han vestido de luces y son profesionales en activo: Said Kazak “El Palestino”, MedhiSavhalli, “El Sirio”, que es un banderillero que vive en Valencia y Tendido Cero le dedicó un reportaje interesante. Sin olvidar tampoco que en Francia son muchísimos, pero muchos, los musulmanes raseteurs que participan en las corridas camarguesas.

Si hace veinte años hubo toros en Ceuta, hoy también podría haberlos. Solamente hace falta disponer de una plaza de toros portátil, pero cualquier iniciativa privada o particular que pudiera surgir, si no cuenta con apoyo institucional y sobre todo económico, no sería viable. Sería un suicidio.

La distancia de Ceuta con la península no es un impedimento a la hora de trasladar el ganado bravo, pues justo enfrente, en pleno Campo de Gibraltar hay varias ganaderías y comienza o termina la Ruta del Toro (según se vea).

Pero fíjense ustedes, al haberse extinguido la Fiesta allí y dado el desconocimiento tan actual que se tiene de la tauromaquia en la sociedad de nuestros días…en la ciudad, muy probablemente no hay veterinarios especializados en festejos taurinos, ni cirujanos que sepan reaccionar ante heridas por asta de toro, ni agentes de la autoridad que sepan cómo actuar a la hora de celebrar el sorteo, ni alguacilillos, tal y como ocurrió hace ya treinta años una vez.

Lo ideal, sería que la ciudad autónoma apostase por la creación de un recinto multiusos, que además estuviera totalmente dotado para la actividad taurina a imagen y semejanza de tantos y tantos municipios que así lo han hecho en estos últimos años. Pero eso es una quimera.

En estos años en que la Fiesta por motivos políticos fue fulminada en La Coruña, fue dictatorialmente cerrado Illumbe en San Sebastián durante cuatro largos años, Cataluña entera se ha convertido en territorio prohibido para el toreo a pesar de haberse ya fallado el Recurso que se interpuso ante el Tribunal Constitucional y que ha tardado 6 años 6 en fallarse …echo la vista atrás y recuerdo como hace 10 años hubo un intento serio por recuperar la Fiesta en Ceuta, y aquello quedó en nada por la fuerte presión social ejercida por generaciones de ceutíes que han crecido sin tener el más mínimo vínculo hacia la fiesta de los toros creando una Plataforma Antitaurina, por la oposición de los partidos que se encuentran en la oposición y dieron un tinte político a esta oportunidad, por la rápida influencia del Pacma, que contaba paradójicamente con una afiliada en la ciudad y por la dejadez e ineficacia del mundo del toro que impasible dejó pasar una oportunidad de oro sin darle la importancia que tenía a la vuelta de los toros en Ceuta mientras meses más tardes vendían a bombo y platillo que era una oportunidad inmejorable para la Fiesta que se dieran espectáculos en Las Vegas y toreasen las figuras españolas…con banderilleras de velcro, sin tercio de varas y la portuguesa….

No sé si algún día volverán a sonar los clarines justo al lado de Marruecos, pero si esto sucediera me gustaría vivirlo y no le quepa la menor duda a ustedes que en lo que pueda siempre estaré dispuesto a ayudar y colaborar que así sea.

Y no quisiera dejar de destacar en este sentido el mérito tan grande que tiene la Ciudad de Melilla, cuya plaza es la única activa en el continente africano. En septiembre de 2017 tuve la oportunidad de conocer la ciudad donde nació mi abuelo y visitar su plaza, precisamente 70 años después de su inauguración. Mi abuelo estuvo aquel día, y se quedó con la pena de no poder ver torear a “Manolete”. Una pena que para siempre acompañará a Melilla, ya que los melillenses se quedaron sin ver al ídolo de la España de entonces inaugurar la plaza que Gregorio Corrochano bautizó como “La Mezquita del Toreo”.

Tres días que supusieron una experiencia taurina muy interesante, pero también tres días donde recibí el cariño de mucha gente y forjé amistades nuevas. Puedo presumir de haber visto toros en las dos ciudades españolas del norte de África.

Y les cuento un secreto de aquella corrida de toros. Dos veces en mi vida me he sentido con mucha diferencia orgullosamente español, y en ambos casos fue en una Plaza de Toros. La primera, hace ahora diez años en Las Ventas, en la corrida de Beneficencia. La única vez en mi vida en que podido ver a nuestro Rey Emérito Don Juan Carlos. La plaza entera puesta en pie, sonando nuestro Himno y respetando al Rey, todo lo contrario a lo que a veces se vé en el fútbol.

La otra vez…en Melilla. Poquito antes de empezar la corrida me dijo mi amigo Juanmi Lucas:

-José , tú qué haces radio y sabes hablar por un micrófono. ¿Puedes decir que después del paseíllo va a sonar el Himno Nacional y que se ponga el público en pie?

Me pidió ese favor y así lo hice. Cuando Juan Mora y Ferrera llegaron al tercio, se pararon…Y ¿ quién me iba a decir a mí  que yo, sin torear, iba a conseguir poner en pie una plaza de toros entera?…Lo que pasó a continuación, fue impresionante.

Esa sensación y esas vivencias no se olvidan. Tampoco la explicación que me dio entonces Juanmi Lucas:

Aquí somos más españoles que en ningún sitio. Porque nunca hemos sido otra cosa.

Y permítanme que me despida con estas imágenes, que son las que dejo atrás cada vez que abandono una ciudad que yo les invito a conocer si es que no la conocen. Y una ciudad donde aunque ustedes no puedan disfrutar de la afición que compartimos, si les aseguro que les sorprenderá, les encantará, y si lo desean podrán hincharse de chanquetes y por supuesto, algo que sólo ocurre allí y en Melilla: saborear los mejores pinchitos morunos de España, como bien saben ustedes…

Dicho esto, sólo me queda decir

¡Viva Ceuta!

¡Viva Almería!

¡Viva el toreo!

Y ¡VIVA ESPAÑA!