Nuestro especial agradecimiento al Maestro Enrique Ponce por aceptar gustosamente presentar al autor del libro.

El Claustro de la Catedral fue el excepcional marco elegido por este Foro Taurino para la presentación del libro escrito por Sancho Dávila, matador de toros, Ganadero, Ingeniero Agrónomo y Conde de Villafuente Bermeja.

Continuando con las actividades de a favor de la Tauromaquia, tan denostada en los últimos tiempos y más en esta pandemia, la cual sirvió para ir enlazando las líneas de esta Vida Inventada, pero con rasgos de verdad por parte del autor de la misma.

Se inició el acto con acordes de la guitarra de Antonio García de Quero y la voz del Niño de las Cuevas, en un atardecer veraniego que introdujo el presidente del Foro Juan Aguilera quien mostro su agradecimiento al Cabildo Catedralicio por cederles este espacio, cediendo la palabra a Enrique Ponce, presentador del autor del libro, quien subrayó la personalidad y la amistad que le une a Dávila, cuando siendo un jovenzuelo llegó a las Navas, iniciándose una gran amistad por coincidir con la edad del hijo del propio Sancho, que falleció a la edad de 16 años, “desde entonces llevo en mi capilla una foto de él”.

Ponce destacó la enorme capacidad de Sancho, de su esfuerzo a lo largo de una dilatada trayectoria como torero, ganadero y empresario taurino.

Con sencillez, Enrique fue comentando anécdotas acaecidas en su relación con el autor de Mi Vida Inventada.

Sancho Dávila se emocionó al escuchar las palabras de presentación del diestro de Chiva, indicando la predisposición y buena relación que mantienen desde hace muchos años.

“En el confinamiento fui recopilando notas, dándole forma con el único afán de dejar plasmadas en este libro algunas de mis vivencias, sin ningún intento de ser un escritor, ni muchísimo menos, sino de dejar constancia de las dificultades de la vida, de mi afán de ser torero, del sacrificio de hacer una carrera, en fin, de hacer lo que más me gustaba: torear hasta que las fuerzas me lo permitieran”.

“El libro está ya en su tercera edición, jamás pensé que iba a tener tanta aceptación”, entremezcló Sancho alguna referencia a los capítulos escritos y alguna anécdota de cuando estuvieron de empresarios en el coso salinero de Roquetas de Mar, junto a Blas Mora y Federico Soria.

Los sones de Si vas pa la Mar y la entrega de recuerdos a los que participaron en el emotivo acto, pusieron el broche de oro a una tarde cultural taurina en un histórico Claustro Catedralicio que abrió sus puertas y se descubrió para muchos de los asistentes.